Pedagogía Waldorf

La pedagogía  Waldorf busca el desarrollo del niño en un ambiente libre y autónomo, con un enfoque acentuado en el arte y los trabajos manuales. Se basa en el aspecto religioso como complemento fundamental del conocimiento, así como también el respeto y cuidado de la naturaleza y todo lo que a ella concierne. Toma en cuenta al niño desde sus primeros años de vida, valora el juego, la fantasía y la creatividad como factores esenciales de la adquisición de sus conocimientos.

Su precursor Rudolf Steiner, filósofo alemán, erudito literario, educador, artista, autor teatral, pensador social y ocultista,  se preocupó siempre por cambiar los modelos educativos tradicionales y orientarlos hacia una educación libre.
La necesidad de practicar una educación desvinculada del Estado, constituyó para Rudolf Steiner un valor de primera magnitud. En  este contexto, después de la primera guerra mundial, Steiner recorre Alemania dando charlas en distintos lugares y es entonces cuando recibe la proposición de Emil Molt, el Director General de la Fábrica de Cigarrillos Waldorf-Astoria, de formar una escuela para los hijos de los obreros de la fábrica, que pudiera formar individuos libres. Steiner rápidamente se entusiasmó con la idea y, así, tras poco más de cuatro meses de trabajo, el 7 septiembre de 1919 se iniciaron las clases en la primera escuela Waldorf. Este colegio consiguió los permisos legales para ejercer un currículum educacional diferente al del Estado siempre y cuando en tres momentos de la preparatoria  los alumnos(as) demostrasen tener los conocimientos que requería el Estado.
El currículo Waldorf se basa en la comprensión del desarrollo evolutivo del ser humano, desde la niñez a la primera juventud, teniendo en cuenta la progresiva aparición de capacidades vinculadas al ámbito del querer, del sentir y del pensar.
En la actualidad existen más de mil doscientos colegios Waldorf en todo el mundo.


No hemos de preguntarnos qué necesita saber y conocer el hombre para mantener el orden social establecido; sino ¿qué potencial hay en el hombre y qué puede desarrollarse en él? Así será posible aportar al orden social nuevas fuerzas procedentes de las jóvenes generaciones. De esta manera siempre pervivirá en el orden social lo que hagan de él los hombres integrales que se incorporan al mismo, en vez de hacer de la nueva generación lo que el orden social establecido quiere hacer de ella.

Rudolf Steiner





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